Patrullaje marítimo de alto alcance: llega el primer P-3 Orion a la Armada Argentina

Estas aeronaves, reconocidas por su capacidad operativa de largo alcance, son fundamentales para el patrullaje del mar nacional, cubriendo hasta 1.500 millas náuticas (2.700 kilómetros) con una autonomía de 12 horas, lo que les permite vigilar extensas áreas del litoral marítimo, la plataforma continental y la Antártida Argentina.

Capacidades avanzadas del P-3 Orion para la defensa marítima

Los P-3 Orion destacan por su versatilidad en operaciones en todo tipo de clima y su capacidad de despliegue rápido desde cualquier base costera. Esto los convierte en herramientas esenciales para misiones de Búsqueda y Rescate (SAR). Equipados con aviónica de última generación, radares avanzados y sistemas de comunicación en tiempo real, estos aviones son capaces de realizar operaciones complejas como la detección y ataque de blancos de superficie y submarinos.

El proceso de adquisición de estas aeronaves incluyó un riguroso programa de extensión de vida útil (ASLEP), que involucró el reemplazo completo de las alas, garantizando una vida operativa de 17.000 horas de vuelo adicionales por avión. El costo total del sistema P-3 Noruego asciende a U$S 67.000.000, financiado a través de la Agencia del Gobierno Noruego NDMA, con un plan de pago a tres años.

Integración del P-3 Orion en la Defensa Nacional

El avión, rematriculado como 6-P-57, será asignado a la Escuadrilla Aeronaval de Exploración de la Fuerza Aeronaval N°3. La ceremonia oficial de recepción se celebrará en septiembre en la Base Aérea Militar Aeroparque de Buenos Aires, con la presencia del Ministro de Defensa Luis Petri, altos mandos de la Armada, y representantes diplomáticos de Noruega y Estados Unidos.

La incorporación de este P-3 Orion refuerza significativamente las capacidades de la Armada Argentina en áreas clave como la búsqueda y rescate, operaciones de exploración, y guerra antisuperficie y antisubmarina. Además, fortalece el entrenamiento del Poder Naval Integrado y mejora la eficacia del binomio aeronave-buque, crucial para extender la vigilancia más allá del horizonte y asegurar la presencia argentina en la Antártida.