La renuncia de Adriana Lis Casatti, hasta este jueves asesora ad honorem en el área de Cultura y Patrimonio de Caleta Olivia, desató una nueva polémica en la gestión local.
La decisión de Casatti se enmarca en el conflicto por un proyecto de ordenanza impulsado por el presidente del Concejo Deliberante, Facundo Belarde (con el visto bueno del jefe comunal), que busca limitar los años de actividad del juez de Faltas, Daniel Aybar, quien es hijo de la ahora exfuncionaria.
En su carta de renuncia, Casatti expresó su indignación por lo que considera una medida "direccionada a remover incausadamente del cargo a quien ejerce la magistratura judicial municipal desde hace cinco años sin haber merecido una sola denuncia de incumplimiento".
"No puedo mirar para otro lado cuando se vulneran los derechos de un hijo, que, aunque no lo haya parido, forma parte de mi vida".
La exasesora no dudó en criticar duramente el proyecto de ordenanza, calificándolo como un ataque directo al principio de irretroactividad de las leyes y un intento claro de manipular el sistema judicial municipal: "La liviandad argumental del proyecto en cuestión atenta contra las más elementales normas jurídicas vigentes, poniendo de manifiesto la supina ignorancia de su autor", afirmó en su misiva.
Tensiones internas
La renuncia de Casatti no solo expone un conflicto familiar, sino que también evidencia las tensiones políticas que atraviesa la gestión de Carrizo.
Según Casatti, este proyecto "sumerge una vez más a nuestra ciudad en una gestión de baja calidad institucional", destacando que la propuesta del Concejo Deliberante cuenta con el "guiño político" de la Jefatura de Gabinete.
Invisibilización
En su carta, Casatti lamentó que sus acciones como asesora en Patrimonio hayan sido invisibilizadas desde el comienzo de su gestión, situación que calificó como "llevadera" hasta la reciente decisión que la llevó a renunciar. A pesar de su salida, aseguró que continuará trabajando por el patrimonio cultural y natural de Caleta Olivia, tal como lo hacía antes de aceptar el cargo en la municipalidad.
SEÑOR PABLO CARRIZO
INTENDENCIA MUNICIPAL
CALETA OLIVIA
Quién suscribe, Adriana Lis CASATTI, se dirijo a Ud. a los fines de presentar mi renuncia indeclinable al cargo de Asesora Municipal en el área de Cultura y Patrimonio Cultural para el que fuera designada ad-honorem.
Motiva mi renuncia, los hechos que son de público conocimiento vinculados al proyecto de Ordenanza presentado por quien resulta ser el Presidente del Honorable Concejo Deliberante y que llegase al cargo encabezando su lista de Concejales. Proyecto que vulnera los derechos constitucionales de quién hoy detenta el cargo de Juez de Falta Municipal y que a su vez y fundamentalmente es integrante de mi núcleo familiar, Dr. Daniel Emilio AYBAR.
En efecto, el proyecto de la Presidencia del HCD, está absolutamente direccionado a remover incausadamente del cargo a quién ejerce la magistratura judicial municipal desde hace cinco años sin haber merecido una sola denuncia de incumplimiento a sus deberes como funcionario público y/u observación administrativa en los expedientes tramitados en ambos juzgados en el que actúa como titular y subrogante, respectivamente. La liviandad argumental del proyecto en cuestión atenta contra las más elementales normas jurídicas vigentes, poniendo de manifiesto la supina ignorancia de su autor toda vez que, y por enumerar una sola, ataca el principio de irretroactividad de las leyes; además, acortando el plazo del ejercicio de las funciones del Dr. Aybar para promover de modo directo su remoción del cargo una vez que ese proyecto fuese aprobado y promulgado.
Dicho esto, me queda absolutamente en claro que buscar la remoción del Dr., Aybar implica designar luego en su cargo de Juez de Faltas a un adlátere suyo pues sería UD. quién elevaría la próxima terna de postulantes a dicho tribunal
No puedo seguir acompañando desde lo técnico a su gestión asesorando, generando acciones, delineando políticas culturales en patrimonio, poniendo el énfasis en la necesidad de generar normas en relación a la protección del patrimonio cultural basados en los principios constitucionales, internacionales y provinciales cuando desde el gobierno municipal se pretenden avasallar los más elementales derechos y garantías establecidos y protegidas por la CN.
Llegué a su gestión proponiendo recuperar y poner en valor el patrimonio cultural caletense sumergido en el abandono de políticas culturales y poniendo el énfasis en aquellos derechos consagrados por los pactos internacionales donde se los reconoce como parte de Los Derechos Humanos, entonces ¿cómo puedo seguir acompañando con mi labor técnica a un gobierno que viola arbitrariamente esos derechos y a su vez pretende hacerlo legislando de manera inconstitucional?
Mis acciones siempre estuvieron regidas fundamentalmente por mis principios y valores, valores que se fortalecen precisamente ejerciendo mi rol profesional basados en el respeto y la ética. Una profesión que se entrelaza con los valores morales que sólo el sentido de pertenencia e identidad permite asumir con responsabilidad.
No puedo mirar para otro lado cuando se vulneran los derechos de un hijo, que, aunque no lo haya parido, forma parte de mí vida. No puedo soslayar este hecho y dejar de hacer un análisis político, aunque nunca fue mi intención actuar políticamente en su gestión sino técnicamente y evité emitir opinión política siempre. Pero está claro que los nobles odios en política no se fueron con la gestión anterior, sino que continúan y de manera grotesca.
Este tipo de proyectos sumerge una vez más a nuestra ciudad en una gestión de baja calidad institucional que si bien se canaliza por el Honorable Concejo Deliberante, no se puede disimular que goza de su guiño político y de la Jefatura de Gabinete por donde se procesan todas las decisiones políticas.
Ante este nuevo escenario, impensado que trastoca sustancialmente mi tarea como su asesora, me lleva a tomar esta determinación, pero no a dejar de lado mi compromiso con el patrimonio cultural y natural de mi querida ciudad de Caleta Olivia, rol que seguiré ejerciendo como lo venía haciendo hasta antes de aceptar su ofrecimiento.
Una motivación menor pero que hasta la fecha era llevadera porque privilegiaba la tarea que me fuera encomendada, es el hecho de que mis acciones fueran invisibilidades prácticamente desde un principio razón por la cual hago propicia la ocasión para adjuntarle un informe de todo lo actuado.
Sepa Ud. disculpar si alguna de mis expresiones le resultan ríspidas, pero son el fruto de la indignación que me embarga.
Atentamente.
Lic. Adriana Lis Casatti
Esp. En Archivos y Diplomada en Patrimonio Cultural