Esta medida, que entrará en vigencia el 1° de septiembre, ampliará los beneficios del Paquete Fiscal, que originalmente solo alcanzaba a las pymes, beneficiando ahora a un universo más amplio de comercios.
Anteriormente, los comerciantes estaban obligados a pagar impuestos de manera anticipada al momento de recibir pagos electrónicos, lo que generaba un costo financiero adicional, especialmente en un contexto de alta inflación. Con esta medida, los pequeños comerciantes podrán diferir el pago del IVA hasta 90 días, aliviando así la carga financiera que implica el uso de medios de pago electrónicos.
Para el sistema financiero, esta medida es clave para consolidar la expansión de los pagos digitales. Con menos carga impositiva, se espera que más comercios adopten tarjetas, billeteras y transferencias electrónicas, fortaleciendo la formalización de transacciones y la inclusión financiera.
El anuncio también ejerce presión sobre los gobiernos provinciales para que eliminen las retenciones de Ingresos Brutos y otros tributos locales sobre los pagos electrónicos, un tema que genera tensión con las autoridades locales, quienes dependen de estos ingresos para su recaudación.
Esta iniciativa es vista como un paso hacia la reducción de la carga impositiva sobre el sector productivo, un movimiento que, si es adoptado por las provincias, podría fortalecer la economía y aliviar la presión fiscal sobre los comercios, fomentando un entorno más favorable para los negocios.