El cierre del consultorio paliativo del dolor en el hospital zonal de Caleta Olivia dejó a decenas de pacientes sin una de las pocas alternativas que les brindaba alivio.
Claudia Yacante, una de las pacientes afectadas, compartió su desesperación en una entrevista con Radio Vanguardia, donde habló de la falta de respuesta por parte del Ministerio de Salud: "Todavía no hay solución a pesar del pedido que hicimos al ministro de salud Ariel Varela. Nos dicen que no hay posibilidades de que haya especialistas".
Yacante, que sufre de fibromialgia desde hace 15 años, describió el impacto devastador del cierre del consultorio. "Hay días que no me puedo levantar de la cama... A veces pasan dos o tres noches que no duermo, que no puedo caminar", explicó.
El tratamiento que recibía en el consultorio, dirigido por los doctores Recalde y Del Cole, había mejorado significativamente su calidad de vida. "Empezamos con tratamientos una vez por semana, después cada 15 días, y después hasta dos meses... Calmó un montón, y yo andaba muchísimo mejor, logré empezar a dormir mejor y tener mis actividades como cualquier persona normal", recordó.
El cierre del consultorio ha generado un retroceso en la salud de pacientes que, como Yacante, ahora enfrentan no solo el dolor físico, sino también depresión y ansiedad.
"Hoy la mayoría de los que estábamos en tratamiento estamos no solamente enfermos con el problema del dolor, sino con un estado depresivo y de ansiedad de no tener esa esperanza que teníamos", lamentó.
A pesar de que casi 30 pacientes enviaron cartas al Ministerio de Salud solicitando la reapertura del consultorio, la respuesta aún fue nula.
Incluso el intendente Pablo Carrizo se contactó con el ministro de Salud, Ariel Varela, para insistir en la urgencia del pedido, pero hasta el momento no ha habido avances. "Necesitamos que lo escuchen y que se vuelva a reunir el consultorio en el hospital zonal", insistió Yacante.
El consultorio paliativo del dolor atendía a pacientes con diversas patologías, como fibromialgia, poliartritis, hernias de disco, osteoporosis, y problemas de la columna. Para muchos, era la única opción para aliviar el dolor crónico sin recurrir a la ingesta excesiva de medicación, que a menudo generaba efectos secundarios graves. "La medicación me afecta muchísimo... pasamos por muchas situaciones y con este tratamiento no tengo que tomar tanta medicación", señaló Yacante.