En un duro golpe al Gobierno de Javier Milei, el Senado rechazó esta tarde, por amplia mayoría, el controversial decreto de necesidad y urgencia 70/23 de desregulación económica. La votación, con 42 votos en contra, 25 a favor y 4 abstenciones, agravó la crisis interna entre el Presidente y la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien había permitido el tratamiento del DNU en la Cámara alta.
El rechazo contó con los votos del kirchnerismo, fuerzas provinciales y el sector del radicalismo liderado por Martín Lousteau. En cambio, el Pro cerró filas en respaldo al decreto. Es la primera vez que el Senado rechaza un DNU de un Presidente en ejercicio.
Más allá del impacto político, el DNU se mantiene vigente ya que, según la ley, se requiere el rechazo de ambas cámaras para derogarlo. Ahora, la presión recae sobre Diputados, de mayoría oficialista, que tendrá la última palabra sobre la vigencia de esta polémica medida de 366 artículos, impugnada judicialmente.
El kirchnerismo, con sus 33 senadores, lideró el rechazo al DNU, al que se sumaron los radicales Lousteau, Blanco y Terenzi, los provinciales Silva, Carambia, Gadano y Crexell, y los peronistas Espínola y Kueider. En la UCR hubo votos divididos entre las tres opciones.
Por su parte, desde el gobierno Nacional, emitieron un comunicado señalando directamente al espectro político. Javier Milei, alertó sobre el peligro que representa esta decisión para la convocatoria al Pacto de Mayo, anunciada durante la Asamblea Legislativa. "Es imposible no interpretar esta acción como un intento de socavar el Pacto de Mayo, el Gobierno Nacional y el cambio elegido por los argentinos", afirmó.