Expectativas por el discurso de Milei en el Congreso

El presidente Javier Milei dará inicio al 142 período de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación en un contexto inusual y tenso. La apertura se realizará a las 21 horas, desafiando la tradición de los discursos al mediodía, lo que ha obligado a algunos gobernadores a ajustar sus agendas para asistir. El cambio de horario, justificado por el vocero presidencial Manuel Adorni, busca permitir que más argentinos puedan escuchar el mensaje presidencial después de su jornada laboral.

El discurso del mandatario se espera como una exposición de la realidad del país y un balance de sus primeros dos meses de gestión, haciendo hincapié en la situación económica heredada. Según fuentes cercanas, Milei podría referirse al informe de la Sindicatura General de la Nación y la Secretaría de Transformación del Estado, que revelaron deudas millonarias y la necesidad de una reestructuración estatal.

Además, se anticipa que el presidente abordará temas polémicos como los viajes de beneficiarios de planes sociales, desvíos de fondos en organismos estatales y casos de corrupción en el exministerio de Desarrollo Social. Su postura confrontativa con la clase política y el Congreso ha generado expectativas sobre el tono de su discurso.

Previo a la apertura de sesiones, Milei se ha reunido con distintos actores políticos, incluyendo diputados de La Libertad Avanza y el PRO, adelantando "sorpresas" en su intervención. Sin embargo, se ha descartado la posibilidad de un discurso violento, según lo expresado por Adorni en una conferencia de prensa.

En el marco de la tensión política, grupos de manifestantes han anunciado su intención de protestar frente al Congreso durante el discurso presidencial, mientras que otros expresan su apoyo al mandatario. La organización del evento también rompe con la tradición, ya que Milei hablará desde un atril ubicado entre las autoridades y los legisladores, en lugar de hacerlo desde el estrado del recinto.

Esta novena apertura de sesiones desde la recuperación de la democracia en 1983 promete ser quiebre en lo establecido, marcado por la disrupción y la tensión política, reflejando el estilo confrontativo del presidente Milei y su enfoque en desafiar las prácticas establecidas en la política argentina.

Fuente Telam