En una operación llevada a cabo en Puerto Deseado por el Ministerio de Seguridad, se realizaron controles sobre vehículos vinculados al comercio ambulante de chatarra. La inspección se centró en 4 camionetas, una de las cuales, una Ford F-100, llamó la atención de las autoridades.
En el transcurso de la inspección, se descubrieron dos bolsas de arpillera en la mencionada camioneta, conteniendo cerca de 50 kg de cables de cobre desnudo. Estos cables están presumiblemente vinculados a un robo denunciado el pasado 31 de enero, donde desaparecieron 8 tiradas de cables conductores unipolares de 7 mm TPR, cada uno con una longitud de aproximadamente 45 metros y valuados en 12 millones de pesos.
Ante esta conexión evidente, el personal de la División de Investigaciones de Puerto Deseado tomó medidas inmediatas, procediendo al secuestro preventivo de los elementos encontrados.